martes, 2 de diciembre de 2014

A mi padre...

... al que nunca podré agradecer lo suficiente la educación que me dió y el inmenso amor con el que llenó mi vida. 


Hoy me gustaría hablaros de la educación emocional, uno de mis últimos descubrimientos y que me gustaría acercar a todos los que nos siguen. Si sembramos esta semilla en nuestros pequeños tenemos mucho camino recorrido.

He tenido la gran suerte de encontrarme en el cole de mis hijos con "La Escuela de Padres" un proyecto conjunto de la Asociación de Padres de Alumnos y de un mágnifico equipo de docentes. Aquí es dónde he tenido conocimiento de este concepto y su significado.
 
El año pasado no pude asistir a una sóla reunión porque el peque de casa iba aún a guardería y ya sabéis... los horarios incompatibles... 

Con un poquito de tiempo y pasión por la lectura no sabéis cuán lejos podeis llegar. En casa hemos notado muchísimo el cambio de comportamiento que hemos ido adoptando a medida que hemos ido escuchando a nuestro interior.

Desde aquí os animo a la lectura de libros sobre educación e inteligencia emocional, prometo poneros enlaces e ir recomendando lecturas y foros según los vaya testando (dentro de mis posibilidades) y os animo a hacer lo mismo y escribirme para contarme experiencias y conocimientos adquiridos.

Todo lo que podamos aportar es fantástico para ampliar nuestras miras y poder ofrecer a nuestros hijos ese apoyo y base tan necesario para su crecimiento personal.

 Lo más importante que he aprendido en apenas dos horas es que: no nos conocemos lo suficiente, ya que nos han enseñado a no prestar atención a nuestros sentimientos (o a reprimirlos), y a intentar que no salgan a la luz. Hemos controlado tanto nuestras emociones que no sabemos realmente como nos sentimos ante las diversas situaciones que nos toca vivir. 

Para ayudar a nuestros hijos lo primero que tenemos que hacer es conocernos a nosotros mismos. ¡Un gran trabajo!, casi casi agotador.

Lo mejor... que nunca es tarde para aprender ...

Seguro que estamos de acuerdo qué, ningún legado material le garantizará el futuro a nuestros pequeños, sólo una educación correcta le permitirá crecer. Y el sistema educativo sólo es un colaborador en estas tareas.

Educar requiere afecto, esfuerzo y constancia.  Mi objetivo es igual al de cualquier padre, que mis hijos sean y se sientan libres de elegir, de forjar su propio criterio, que puedan hacer viable cualquier opción o decisión que tomen y que sean responsables de sus actos, asumiendo sus consecuencias. 

Me encantaría que se sintieran emprendedores, que luchen por sus ilusiones, que consigan una estabilidad emocional y que tengan los recursos para poder expresar sus emociones. En evolución, dispuestos a cambiar, que admitan la autocrítica y la disciplina y sobre todo que sean firmes en sus convicciones para sobrevivir en entornos difíciles.

Aquí os dejo un enlace muy interesante para ir abriendo boca, espero que os guste: http://blog.tiching.com/15-geniales-recursos-para-trabajar-la-educacion-emocional/

No hay comentarios: