jueves, 7 de junio de 2012

La muselina que nos protege del sol



Estar bronceado ha estado de moda durante muchos años y es innegable que puede resultar atractivo para muchos, es una cuestión de gustos.

Pero puede resultar peligroso si no se toman unas sencillas precauciones.

La radiaciones ultravioletas (RUV) emitidas por el sol son las responsables de las quemaduras solares y del fotoenvejecimiento de la piel, con las consecuencias que todos conocemos. Sin la exposición al sol nuestra piel envejecería mucho más lentamente. Pero el efecto más temido de las RUV son las lesiones acumuladas, que disminuyen la inmunidad celular y favorecen el desarrollo de lesiones, que pueden llegar a transformarse en cáncer de piel, el más frecuente según la Organización Mundial de la Salud. La Academia Española de Dermatología y Venereología recomienda una serie de precauciones y cambios de comportamientos durante los meses soleados:

1. Evitar la exposición al sol entre las 12.00 y las 16 horas.
Es entonces cuando el porcentaje de RUV que alcanza la superficie terrestre es más elevado. Éstas radiaciones no producen calor y atraviesan las nubes. Por eso no hay que bajar la guardia en los días nublados.

2. Exponerse progresivamente al sol y evitar totalmente las quemaduras solares.
La exposición gradual al sol facilita un proceso llamado hardening (endurecimiento córneo cutáneo), y un bronceado progresivo y lento, ocasionado por la producción de nueva melanina.

3. No exponer al sol a los bebés.
La piel de los niños es especialmente sensible a las quemaduras del sol y al daño del material genético. Los menores de 6 meses no deben exponerse al sol sin ropa, ni usar cremas fotoprotectoras. Algunos autores extienden estas recomendaciones hasta los 3 años de edad.

4. Proteger a los niños (y a los adultos) con camiseta, gorra y gafas de sol. Y en piscinas y playa con ropa de protección solar.
La exposición intermitente al sol, sobre todo durante los 10 primeros años de vida, se ha relacionado con el riesgo a desarrollar un cáncer de piel en la edad adulta. Se calcula que el 70% de la exposición solar que recibimos ocurre en nuestros primeros 20 años de vida. Además, la infancia es la edad más adecuada para aprender y asimilar los hábitos saludables.

Es importante recordar que las medidas físicas para evitar el sol son siempre las más eficaces. Mención especial merecen las prendas de vestir: se recomienda llevar camisetas frescas de algodón lavado en un par de ocasiones, de color oscuro, cuello cerrado y con mangas hasta los codos, así como gorra o sombrero, y gafas de sol que deben filtrar el 99% de las RUV. Los filtros solares tópicos se consideran como tercera línea de fotoprotección en los niños.

5. Tener en cuenta la reflexión de los rayos solares por el agua del mar, arena y nieve.
No es suficiente estar en la playa bajo la sombrilla en las horas en las que se recomienda evitar la exposición solar. El reflejo del agua y de la arena ocasiona a menudo una sobre-exposición a las RUV. Protéjase con la vestimenta apropiada pero evite siempre cualquier exposición durante las horas mencionadas más arriba.

6. Utilizar un protector solar adaptado a su tipo de piel y a las condiciones de exposición al sol.
Los fotoprotectores tópicos son agentes que absorben, reflejan o dispersan los fotones de la radiación ultravioleta. Deben ser fotoestables, adherentes a la piel (resistir el agua y el sudor) y cosméticamente aceptables.

7. Renovar la aplicación del protector solar con la frecuencia adecuada y, sobre todo, después de cada baño.
A pesar de que muchos fotoprotectores tópicos pueden resistir el baño, existen otros factores que pueden ocasionar la pérdida de su capacidad fotoprotectora. Por eso se recomienda renovar la aplicación tras cada baño o ducha.

8. No utilizar un fotoprotector para aumentar el tiempo de exposición al sol.
La razón de ser de los fotoprotectores es evitar el daño solar de la piel. Estos productos no deben usarse para estar más tiempo al sol sino para prevenir lesiones.

En Australian Kids siempre nos hemos preocupado de buscar soluciones para disfrutar en los días soleados con nuestros bebés y niños protegiéndoles al máximo. Por lo que además de ser padres concienciados y que respetamos estas medidas. Tenemos todo para disfrutar del sol.

En esta ocasión me gustaría hablaros de las últimas novedades, Babymims nos trae la Muselina negra de bambú 100% de Cuski, es la única muselina negra del mercado que posee unas propiedades únicas y extraordinarias, como sabéis soy una enamorada de las propiedades del bambú, que además de ser un producto natural y sostenible lleva intrísecas unas propiedades únicas, es hipoalergénico, antibacteriano, retiene la humedad y la más importante y que quiero recalcar es que es un magnífico protector solar además de ser supersuave y transpirable.


Esta maravillosa muselina negra repele los rayos solares por lo que sirve de perfecto parasol en el cochecito de nuestro bebé, le podemos tapar en nuestros largos paseos por la playa o en sus siestecitas a la sombra y le protegeremos de los efectos nocivos del sol sin necesidad de usar cremas fotoprotectoras que debemos evitar cuando son tan pequeñitos.



Además como nos sugiere Mariona de Babymims nos sirve como protector a la hora de darle el pecho a nuestros bebés. Y podemos usarlo como pareo o top para protegernos nosotras mismas e ir ideales.

Para toda la información adicional que necesiteis podeís escribir a Mariona en su página de facebook, Cuski Barcelona, o llamar o escribir a Australian Kids. Estaremos encantadas de atenderos.

Feliz verano